
García Márquez era un
amante del reportaje, hecho que quedó reflejado en algunas de sus obras como Crónica de una muerte anunciada, Relato de
un naufrago o Noticia de un
secuestro. Todas estas obras están basadas en hechos reales que el escritor
investigó personalmente para, más tarde, relatarlos añadiendo técnicas propias
de la novela. Según Márquez, lo que diferenciaba la noticia del reportaje es el
sentimiento y la humanidad que este contiene. Para conseguir esa humanidad,
Márquez analizaba la experiencia personal del protagonista. Todo el interés que
ponía en investigar la historia conseguía transmitírselo a los lectores
mediante la combinación de elementos reales y ficticios. Para Márquez era igual
de importante la estética como la veracidad, en su opinión, un dato falso
podría anular la credibilidad de la obra completa.
Dedicó los últimos años
de su vida a transmitir su sabiduría a las generaciones más jóvenes. Uno los
consejos más importantes, lo había recibido el propio escritor de su primer
redactor jefe que le dijo “Agarra al
lector y no lo sueltes”. Si escribiendo caes en el tedioso aburrimiento,
solo conseguirás que quede patente en la obra y el lector perderá todo el
interés.
“El periodismo me ha ayudado a establecer un estrecho contacto con la vida y me ha enseñado a escribir. La obra creativa, de fantasía, ha dado valor literario a mis trabajos como periodista”
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